domingo 12 de agosto, 12:12

por más disciplinados que intenamos ser con este recuento de nuestras historias y aventuras por colombia, esta semana nos fue imposible permanecer al corriente. lo más paradójico del asunto es que esta última semana estuvimos sólo en dos lugares diferentes---pero nos mantuvimos más ocupados que nunca.

después de que dana escribiera el lunes pasado, nos quedamos eching the web toda la mañana en la casa de felipe, tirados en las hamacas, con nada más que la sombra de las palmeras, la brisa---y unos cuantos mosquitos. como a las 2pm nos dieron por fin nuestra habitación, muy básica, con 2 camas, un ventilador y un baño y nada más. sin embargo, pareciera que en taganga el tiempo no pasa y para descansar no se necesita más que eso. nos fuimos caminando al "centro", que no es más que tres o cuatro calles al lado de la playa, buscando la agencia magic tours que nos recomendaron en el hostal. ahí conocimos a angélica, que nos vendió un tour al parque tayrona. compramos el tour más sencillo porque daniela se rehusaba a hacer cualquier trayecto que involucrara un esfuerzo mayor al mínimo necesario para apreciar la supuesta belleza del parque. no la culpo. después de todo llevábamos ya una semana trepando volcanes, esperando autobuses en medio de la nada y arrastrando maletas de un lugar a otro desde las 6am hasta la medianoche.

ya con el tour compradito para el siguiente día, ese día nos fuimos a recorrer la metrópolis de santa marta y sus alrededores. cansados de comer arepas desabridas en tendajitos perdidos en la menospreciadamente sinuosa cuesta de colombia camino al norte, decidimos darnos un lujito y comer rico. los locales nos recomendaron un lugar muy bueno de mariscos, muelle 8. a dana se le ocurrió que el muelle 17 a lo mejor sacó su nombre de este lugar--aunque como pudo también haber sido al revés, lo más probable es que no haya ninguna conexión. en fin, comimos rico, y luego paseamos por al malecón, donde constatamos que en colombia no tiene que ser ni fin de semana ni tarde en la tarde para que literalmente todo el mundo salga a pasearse. de ahí continuamos rumbo al centro, pasamos por la catedral (que dicen que es la iglesia más antigua de américa--después de la de taganga--, aunque visual/estéticamente no es nada extraordinario), y luego pasamos por la calle 5a, que nos habían dicho que era la zona comercial de santa marta. nuestra fresez hizo que nos imagináramos a la famosa "zona comercial" como el equivalente de una plaza morelos en monterrey, una calle larga, tal vez peatonal, con tiendas de ropa, restaurante, cafés, neverías, zapaterías y cuanta cosa en ambos lados. y sí era más o menos así, excepto que además de todo eso había puestos de cuanta cosa puedan imaginarse, desde fundas de celulares, hasta calcetines, hasta helados, en toda la calle... y, desde luego, la calle no era peatonal... pero aún así los transeúntes paseaban no sólo por la banqueta, sino por la calle misma... y es que de otra forma, no cabrían. de ahí nada más nos metimos a un supercito a comprar una nieve, pasamos por un internet, y regresamos a taganga. ya en taganga terminamos nuestro día en un lugar rico rico para cenar, los baguettes de maría, en donde un sudafricano (creemos que casado con la famosa maría) nos preparó unos jugos deliciosos mientras esperábamos los exquisitos sándwiches. si van a taganga, no dejen de ir a este lugar.